Estamos en la antesala de las navidades. Se acercan unas fechas marcadas en rojo en nuestro calendario y como todos sabemos, también en nuestra alimentación. La Navidad es sinónimo de compromisos sociales, reuniones de amigos, comidas y cenas. En definitiva, toda una serie de comportamientos en torno a la mesa y al mantel que suponen una alteración de nuestros hábitos alimenticios con consecuencias no deseadas. Estamos así ante un auténtico reto para nuestra salud nutricional y cardiovascular, ya que en estos días aumentamos la frecuencia de comidas más abundantes, más calóricas y en muchos casos poco saludables. La combinación se vuelve aun mas contraproducente si sumamos el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco, elementos muy presentes también en las celebraciones. Aunque sabemos que es muy complicado mantener unos hábitos sanos en los últimos días del año, no te preocupes porque vamos a darte unos consejos y recomendaciones para que sobrevivas a la Navidad. ¡Es posible!

  • Cocinar lo que se vaya a comer y no más: Aunque parece algo evidente, todos sabemos que esta regla no se cumple en Navidad. Es importante que calculemos bien las raciones para intentar ajustar lo máximo posible la cantidad a lo que se vaya a comer. Si sobra mucha comida seguirá presente en nuestra dieta durante los días posteriores, algo que no nos conviene si queremos mantener cierto control.
  • Márcate objetivos factibles de cumplir: Es mucho más sensato pensar que nuestro objetivo en Navidad tiene que ser mantenernos en nuestro peso en lugar de intentar bajarlo. De esta manera no nos invadirá el sentimiento de culpa y evitaremos posibles frustraciones.
  • No olvides tus cinco comidas al día: Se trata de una regla básica que tampoco debemos olvidar en estas fechas. Si la seguimos estaremos manteniendo nuestro metabolismo activo y además llegaremos con menos hambre a las comidas principales, algo que nos ayudará a no «devorar».
  • ¿Ejercicio en navidad? Claro que sí: Todo el mundo sabe que el principal aliado de una buena alimentación es el ejercicio físico y esta práctica se hace todavía más necesaria cuando los excesos hacen acto de presencia. Intenta mantener tu rutina de actividad física o incluso intensificarla en estos días.
  • Si vas a beber alcohol, hazlo con moderación: Es muy complicado eliminar por completo el consumo de bebidas alcohólicas en las celebraciones. No obstante, se puede beber con moderación, limitando la ingesta lo máximo posible. Controla las copas de vino y deja el cava y el champán para el momento del brindis.
  • Salte de lo habitual en las recetas: Aunque los platos principales de nochebuena y nochevieja suelen ser copiosos y no precisamente ligeros, podemos proponer otro tipo de recetas más saludables para complementar y acompañar en las que las verduras ocupen un papel protagonista.
  • Bebe mucha agua: Una norma también básica que no debemos pasar por alto en Navidad. El agua es nuestro aliado porque nos ayudará a saciarnos antes y además es fundamental para eliminar toxinas. ¡Que nunca falte en la mesa!
  • Cuidado con la sal y el azúcar: La sal en exceso puede provocar hipertensión y retención de líquidos. Intenta controlar al máximo su consumo o prueba a sustituirla por especias como el romero, orégano, perejil, pimienta, ajo… Respecto al azúcar, probablemente sea el ingrediente más presente en estas fechas. Lo primero que tenemos que hacer es comprar lo justo para que los turrones, mazapanes y resto de dulces no sigan presentes en nuestras casas a lo largo de todo el mes de enero. Limita su consumo a ocasiones muy especiales y controla la cantidad.
  • Come despacio: Las reuniones familiares y de amigos en torno a la mesa son la oportunidad perfecta para disfrutar de una buena conversación. Come de forma pausada y masticando bien los alimentos. Esto te ayudará a evitar digestiones pesadas.

Como ves, todos los consejos que te damos se basan en una misma premisa que debes grabarte a fuego, no solo en Navidad sino también durante todo el año: LA MODERACIÓN. Disfruta de estos días al máximo pero no olvides cuidar de ti para que los inevitables excesos no te pasen factura y puedas comenzar el nuevo año con fuerza y vitalidad saludable.